Todas las grandes instituciones centenarias han pasado a lo largo de su historia por momentos clave que han determinado su deambular por unos u otros caminos. Nuestra hermandad lo sabe bien (1800, 1936, 1980, 1997,...) y siempre ha afrontado esas encrucijadas con entereza, sin vacilar, sin aspavientos, segura de estar endezando su rumbo hacia el puerto idóneo.
En los últimos años nuestra hermandad ha experimentado una serie de transformaciones muy positivas, que la han hecho crecer sensiblemente en muchos órdenes. De ese crecimiento nace la grandeza y de esa grandeza nace, irremediablemente, la diversidad; la diversidad es saludable (si así es entendida por todas las partes) y, ante ella, para elegir la opción correcta, sólo caben reflexión, sensatez y responsabilidad.
Las próximas elecciones de febrero nos darán la oportunidad de ponerlas en práctica, porque la situación demanda que todos los hermanos acudamos a votar y depositemos nuestra confianza en la alternativa que honestamente creamos más adecuada para el futuro de la hermandad.
En los últimos años nuestra hermandad ha experimentado una serie de transformaciones muy positivas, que la han hecho crecer sensiblemente en muchos órdenes. De ese crecimiento nace la grandeza y de esa grandeza nace, irremediablemente, la diversidad; la diversidad es saludable (si así es entendida por todas las partes) y, ante ella, para elegir la opción correcta, sólo caben reflexión, sensatez y responsabilidad.
Las próximas elecciones de febrero nos darán la oportunidad de ponerlas en práctica, porque la situación demanda que todos los hermanos acudamos a votar y depositemos nuestra confianza en la alternativa que honestamente creamos más adecuada para el futuro de la hermandad.
A este respecto, nuestra opinión es rotunda: la candidatura encabezada por Antonio José Castaño López ofrece plenas garantías de éxito, pues nuestra corporación necesita de forma perentoria que se implante un concepto de hermandad como el que ellos proponen. Cuando la experiencia y el pastoreñismo se ponen sin condiciones al servicio de la hermandad, cuando la juventud, el talento y la formación van acompañados de entrega y compromiso constantes, cuando los intereses colectivos e institucionales se colocan muy por encima de los personales, cuando se quiere alcanzar una hermandad diáfana y participativa, cuando se va de frente, sin engaños ni extorsiones, toda las dudas se disipan y cada cual queda en su sitio. Quien quiera entender, que entienda. La conclusión cae por su propio peso.
NOTA: todas las informaciones referentes al cabildo de elecciones del próximo día 21 de febrero que se publiquen en este blog no están vinculadas oficialmente con la candidatura de A. J. Castaño.
